BROCHE CON FORMA DE ÁGUILA

El uso de las fíbulas en nuestra Península se remonta a finales del II milenio a. C. Su tipología fue cambiando con el tiempo debido a las influencias originadas por el comercio, los movimientos de gentes o las colonizaciones.

Dentro de las múltiples tipologías existentes destacamos, en este caso, las zoomorfas, por ejemplo, las fíbulas “de caballito”, de origen céltico con connotaciones de prestigio o las aquiliformes.

El material más utilizado para su fabricación fue el bronce debido a su bajo costo y fácil fabricación a molde, aunque también existen algunas de metales preciosos, oro y plata.

La producción de las fíbulas aquiliformes se atribuye a pueblos germanos, ostrogodos y visigodos, que destacaban en la producción de objetos de orfebrería y joyería por su originalidad decorativa y su técnica de fabricación “cloisonne”, consistente en la incrustación de piedras preciosas o vidrios de colores en las celdillas de bronce formadas por láminas de este metal en el interior de la pieza.

Eran usadas a pares, para sujetar, predominantemente, la indumentaria femenina a la altura de los hombros. Algunas teorías apuntan que esta iconografía (la pareja de águilas sobre los hombros) procede de la mitología nórdica, representando a Hugin y Munin, los dos cuervos que el dios Odín lleva sobre los hombros; estas aves recorrían el mundo desde el amanecer recogiendo noticias y observando a los humanos, para volver al atardecer y susurrar a los oídos del dios lo que habían visto. Estas fíbulas serían un reflejo de este mito convirtiendo los cuervos en águilas -quizá por asimilación del símbolo de poder de los romanos- y manteniendo su lugar sobre los hombros de la persona fallecida.

El Museo de Cáceres conserva una pareja de estas fíbulas que formarían parte del ajuar funerario de una mujer de la élite visigoda. Se encontraron en Galisteo y están fechadas en el siglo V-VI.

Os invitamos a elaborar una de estas originales fíbulas, para ello necesitamos los siguientes materiales:

-          1 pieza de 10x12cm de gomaeva de color (el que prefiráis)

-          Plantilla de fíbula (Descargar aquí)

-          1 punzón

-          Tela gruesa o fieltro de picado

-          Tijeras

-          Cutter

-          Cola blanca

-          Bastoncillos algodón

-          1 lápiz o rotulador permanente con punta fina

-          Pasta de modelar de secado al aire, tipo squash clay o fun dough. (2 o 3 colores diferentes a la gomaeva)

-          1 imperdible de mínimo 4 cm

-          Opcional: barniz brillante, purpurina y pincel

Para su elaboración sigue nuestro video tutorial o las instrucciones que te detallamos a continuación:

            

                1.- Recorta todas las plantillas, incluidas las marcas interiores de decoración de la segunda silueta del águila y de las dos piezas pequeñas.

                2.- Marca las 4 plantillas sobre la gomaeva, incluyendo las decoraciones, y recorta todas las piezas.

                3.- En el águila sin decoración marca las dos líneas interiores de la plantilla y ábrelas con la tijera o el cutter.

                4.- Con el imperdible abierto, introduce la parte fija por las dos ranuras anteriores y ciérralo.

                5.- Pon la pieza de la decoración sobre la tela gruesa o el fieltro de picado. Usando el punzón hunde, sin llegar a perforar, todas las formas de la decoración para formar las celdillas.

                6.- Haz lo mismo con la pieza almendrada del pecho y con el círculo del ojo.

                7.- Pega con cola blanca el ojo, la almendra del pecho y une las dos siluetas del águila. Pon sobre él algo de peso para que se pegue bien.

                8.- Con la pasta flexible haz bolitas, cuadrados y triángulos en 2 o 3 colores con el tamaño apropiado para introducirlo en las celdillas.

                9.- Pega las piezas de decoración con cola dentro de las celdillas según correspondan.

                10.- Opcional: aplica una capa de barniz brillante o de cola blanca y espolvorea con un poco de purpurina.